Este sector puede dividirse en los sectores de la hostelería, la restauración y el turismo.

La industria hotelera, gastronómica y turística se caracteriza por el servicio al cliente. Estos pueden ser huéspedes en un restaurante u hotel, pero también en un destino de vacaciones. En esta rama se cubren en la medida de lo posible todas las profesiones que tienen que ver con el huésped y los servicios para él. Esto puede ser con contacto directo con el cliente, además, como puro servicio o actividad administrativa. El comercio de viajes o servicios turísticos también entra dentro de este sector.

El sector de la hostelería, en particular, se caracteriza por unos modelos de trabajo muy diferentes. El trabajo estacional, los turnos de trabajo y las largas jornadas laborales son, lamentablemente, la regla aquí. Sólo las actividades puramente administrativas o comerciales en este sector permiten un horario de trabajo regulado, que se basa en el horario normal de oficina. El sector también se encuentra entre los que más trabajan con personas que ingresan por la puerta lateral o con trabajadores temporales. Las condiciones de trabajo y la remuneración dependen en gran medida del nivel (por ejemplo, distinguible según el principio de las estrellas de hotel) de las empresas respectivas, especialmente en el sector de la hostelería y la restauración.