Si un pariente de un empleado muere, usted como empleador puede ayudar un poco con este difícil proceso.

Lo más importante durante este tiempo es apoyar a su empleado y expresar sus sinceras condolencias. No cree bajo ninguna circunstancia más estrés y presión. Como empleador, tenga en cuenta que durante esta fase su empleado puede no rendir tan bien como de costumbre.

El proceso de muerte suele durar varias semanas. Durante este tiempo, ofrezca a su empleado opciones a tiempo parcial o tiempo libre remunerado, por ejemplo, tomándose unas vacaciones.

Si un pariente de primer grado muere, usted puede concederle un permiso especial. Además, puede ofrecer al empleado flexibilidad en el horario de trabajo. Además de las preguntas sobre el duelo y el funeral, es posible que tenga que hacer frente a las formalidades administrativas, la disolución de un apartamento y otras formalidades escritas. La ayuda psicológica también puede ser útil para hacer frente a la muerte de un ser querido. Una solicitud para una psicoterapia con pago por el seguro de salud a menudo puede durar. Usted puede ayudar a corto plazo organizando un psicólogo o entrenador pagado.